miércoles, 25 de marzo de 2020

Sissy School Vol:I Cap:1



Capítulo 1

SNOW

“Vamos Dennise, arriba, levántate mon petit lapin, despierta ya mon cher flocon de neige, hoy es el gran día mon petit prince
Annette Winter una hermosa mujer de 30 años, de cabellos rubio platino, estatura alta, piel blanca como la leche, sacudía y agitaba a una pequeña figura escondida debajo de las cobijas.
“Vamos mon cher lapin, arriba es hora de despertar”.
La dulce vos de la joven madre se escuchaba divertida, no molesta.
Un gemido de inconformidad brotó de aquel monton de cobijas y la creatura que estaba debajo se hizo un ovillo para poder protegerse de las tiernas sacudidas de su madre.
“No quiero”, La voz que respondió era igual de delicada, dulce y melodiosa que la de Annette, solo que aún más aguda y suave, más infantil.
“Pero hoy es un día tan importante mon amour, deberías estar emocionado, yo lo estoy”.
“Pues no lo estoy, no quiero levantarme, no iré a ese lugar”.
La hermosa madre simplemente sonrió enternecida ante la negativa, su hermoso rostro europeo, blanco como la porcelana, pero salpicado de un millar de diminutas pecas en el puente de la nariz jamás mostró un atisbo de enojo o molestia al contrario sus ojos azul cielo brillaban, alegres, inocentes y curiosos como los de una niña de 10 años.
“No hablas en serio mon petit lapin, sé que tú también estabas esperando este día con ansias”.
Annette adoptó una pose molesta, doblando sus caderas hacia un lado haciendo destacar sus redondeadas caderas y con las manos en su cintura de manera delicada y femenina.
La rubia mujer miró la pequeña habitación, un cuarto de apenas dos metros por tres metros, donde con esfuerzos se amontonaba una pequeña cama, un closet viejo, y un librero lleno a rebosar de libros viejos y gastados, en la pequeña ventana que daba hacia la calle una docena de macetas contenían montones de flores diferentes y exóticas que desprendían sus empalagosas fragancias a la luz del nuevo día, el pequeño espacio olía a flores y libros viejos.
En una de las paredes estaba colgado un calendario de conejos, este mes Agosto una linda conejita blanca de largas orejas ciadas lucía un moño rosa mientras husmeaba entre margaritas en un campo verde y hermoso que representaba la primavera en todo su esplendor.
Los días en el calendario estaban tachados y marcados con plumón rojo, seis días hasta llegar al segundo martes del mes, el cual estaba rodeado por un furioso círculo rojo remarcado tantas veces que el papel a su alrededor estaba desgatado y roto, y en grandes letras escarlata estaba escrito, “Test Day”, 7 de agosto, unas cuantas semanas antes del inicio de clases.
Era obvio para la hermosa madre que su cachorro esta tan ansioso por la fecha como ella, y Annette sí que estaba ansiosa y nerviosa, la noche anterior ni siquiera había podido dormir bien, esperando con ansias locas el amanecer del nuevo día.
“No voy a levantarme y no puedes obligarme a ir”.
Annette suspiró, no enojada simplemente divertida, encantada de poder disfrutar de esta pequeña rabieta de su hijo.
“No voy a obligarte, pero si no vas maman pleurera beaucoup, maman se pondrá triste porque su petit lapin no es un bon garçon”.
La fingida tristeza de la joven madre era más que obvia pero el solo escuchar ese falso dolor lo consiguió.
Por fin, el niño arrojó las frazadas al suelo y levantó la mirada.
Dennise se estiró con las manos hacia el techo de rodillas sobre su colchón, con las piernas abiertas usando una pequeña camisola de algodón color azul claro tan vieja y desgastada que gracias a la luz de sol que entraba por la ventana abierta se podía ver claramente la delicada y delgada silueta del pequeño cuerpo del niño, en ese momento el niño estaba estirándose como un perezoso gato, la pequeña bata dejó al descubierto el suave y plano vientre y sus largas y blancas piernas, que destacaban escandalosamente, su entrepierna cubierta por un ajustado calzoncillo blanco, los gruesos y contundentes muslos del niño ponían a prueba la resistencia del algodón.
Su piel blanca como la leche y suave como el terciopelo estaba sonrosada por el calor de las sabanas, mostrando que había heredado la piel y también las pecas de su madre, luciendo pequeñas constelaciones de puntitos color canela en las caderas, el vientre, y los hombros, y al igual que su madre, en la nariz y los pómulos.
Dennisse se talló los ojos con su delicada mano echa un puño, dándole el especto de un gato acicalándose, un pequeño gato blanco, mientras que Annette lucía un sedoso cabello rubio platino, su hijo había nacido con el cabello blanco plateado, Annette creía que al crecer el color de su cabello se oscurecería, pero a sus casi doce años Dennise seguía teniendo el cabello tan blanco como la nieve, el niño volteó a ver a su madre mientras se quitaba de los ojos largos mechones de cabello plateado
“Está bien, iré, ¿ya estas feliz?”.
Los ojos irritados y la adormilada aguda y suave voz de su hijo le dijeron que él también había pasado la noche en vela, era muy tierno que fingiera que no quería ir a su día especial, cuando era obvio que también él estaba emocionado.
“Sí ya estoy feliz, el baño está listo, asi que apresúrate y baja a desayunar no queremos llegar tarde”.
“Está bien me daré prisa”.
La bella madre salió del pequeño cuarto con una sonrisa en sus sensuales labios.
Dennisse al contrario dejó de sonreír y una mueca amarga se dibujó en sus delicados y hermosos rasgos franceses.
El pequeño niño miró su calendario, y suspiró derrotado, había temido que este día llegara, pero sabía que tarde o temprano pasaría, a veces parecía que era imposible huir del destino que aquel mundo en el que vivía le había dictado.
Dennisse se levantó y miró por su ventana, a cinco pisos de altura se encontraba el pequeñísimo departamento que su padre rentaba en una pequeña y estrecha callejuela en las orillas de Chicago
Respiró el aire cargado del dulce aroma de las flores que estaban en macetas colgadas fuera de la ventana, adoraba sus flores, miró sus geranios, y tocó con la punta de sus delgados dedos sus petunias, los tulipanes habían florecido bien este año, pero su orgullo eran sus hermosas rosas blancas que justo ahora seguían siendo pequeños y bonitos capullos pero que esperaba pronto abrieran sus pétalos a la luz del sol primaveral.
Denisse se quedó mirando el callejón donde las personas estaban despertando y saliendo de sus casas para iniciar sus labores diarias, el niño pudo ver en ese estrecho callejón a muchas mujeres y hombres rubios de ojos claros, el pequeño barrio en el que vivía estaba habitado por descendientes franceses, ingleses e incluso alemanes, todos ellos de piel blanca y cabellos rubios, aunque también había castaños, pero todos ellos con elegantes y hermosos rasgos europeos todos reunidos en ese pequeño rincón de Chicago es donde A.C.E había establecido a muchas de las familias de origen ario cuando comenzó con su programa de actos de reparaciones, y obligaron a las familias caucásicas a dejar sus viviendas en el centro de la ciudad.
Por supuesto ni un solo hombre o mujer de ascendencia africana vivía en ese barrio pobre, aunque en realidad estaban bastante bien si lo comparabas con los guetos poblados de latinos, o los parques de caravanas donde los redneks subsistían.
Denisse observó como los hombres fuertes y robustos con sonrisas felices pero estúpidas irían a las grandes fábricas, o construir altísimos edificios en el centro de la ciudad, las mujeres trabajarían como sirvientas y cocineras en lujosos hoteles y restaurantes, los jóvenes servirían comida rápida en las grandes cadenas de comida chatarra de todo el país, y los pequeños, inteligentes pero feos y patéticos nerds vestidos de traje irían a las oficinas de grandes empresas millonarias que pertenecían a los poderosos gobernantes del nuevo orden mundial.
Cada persona en ese lugar tenía un lugar y un propósito elegido por A.C.E y todos ellos parecían contentos y felices de aceptarlo, descendientes irlandeses, latinos, asiáticos, alemanes, ingleses e incluso rusos, contentos de ser engranes bien engrasados de la enorme maquinaria que era el nuevo gobierno mundial, todos felices de aceptar y seguir el destino que A.C.E. había decidido para todos ellos.
Pero no Denisse, él sabía que sus padres esperaban y deseaban que hoy Dennisse fuera elegido por el programa SNOW, para convertirse en una pieza útil y funcional para el nuevo orden mundial.
Todos a su alrededor lo esperaban, o mejor dicho lo sabían, con solo echarle un vistazo nadie ponía en duda que Dennisse seria reclutado por el programa SNOW, pero el pequeño niño se negaba a aceptarlo, haba estudiado hasta quemarse las rizadas y largas pestañas que adornaban sus verdes ojos para demostrar que sus habilidades serian útiles en un campo como la tecnología o las matemáticas, cualquier empleo de oficina que le dieran sería mejor que ser elegido para el programa SNOW, cualquiera, incluso trabajo manual, él preferiría trabajar en las minas y en las grandes construcciones cargando materiales peligrosos y pesados, que ser usado como una vulgar…
Por supuesto con su débil y pequeño cuerpo era imposible que pudiera trabajar como obrero, por eso Dennise se había esforzado día con día estudiando todos los libros sobre matemáticas y programación que habían caído en sus manos, los cuales no eran muchos dado el hecho de que A.C.E se aseguraba que la población blanca no tuviera total acceso al estudio de las ciencias, Dennisse había buscado entre la basura e inclusive se había visto obligado a robar libros de una biblioteca en el centro de la ciudad para poder pulir sus habilidades académicas e intelectuales para ponerlas al servicio de A.C.E, y evitar ser reclutado por SNOW.
Denisse había pasado años estudiando como loco para este día, hoy se enfrentaría a una serie de exámenes, pero solo uno de ellos le importaba y después de superarlo con la más alta calificación iría a una secundaria para seguir estudiando y graduarse en alguna licenciatura que el gobierno le impondría.
Él no sería transformado por SNOW, no señor, el iría a una escuela normal, porque él era un niño normal, no un maldito beta como todos decían.
Denisse regó sus flores y después fue al baño donde una antigua bañera de porcelana con agua caliente y burbujas lo esperaba, el pequeño niño se quitó su vieja camisola de seda mostrando al espejo del baño su blanco delgado y delicado cuerpo pubescente.
El niño se miró durante largos y tortuosos minutos y tuvo que admitir que sus padres tenían razón al creer ciegamente que él sería elegido por el programa SNOW, su pecho era plano como el de cualquier niño, pero sus rosados e hinchados pezones resaltaba escandalosamente en su blanca piel salpicada de pecas rojizas.
Dennise cerró enojado los ojos y dándole la espalda a su obsceno reflejo el delicado niño se metió en la aromática espumosa y caliente bañera.
De inmediato noto el empalagoso perfume a manzana con canela que despedían las sales de baño que su amada madre había vertido en la bañera.
Dennise se relajó disfrutando de la calma antes de la tormenta, y sumergiéndose en la cálida espuma pensó que sería buena idea ahogarse en las aromáticas y cálidas aguas, al menos asi no tendría que enfrentarse al examen que el programa SNOW tenía preparado para él.

Denisse bajó a desayunar vestido con unos ajustados jeans negros que se pegaban a sus pequeñas pero redondeadas y bien paradas nalgas, que destacaban aún más gracias a su plano vientre y su delgadísima cintura, sus gordos y bien torneados muslos estiraban la mezclilla al límite. Una playera de algodón negra con un corazón blanco estampado en el pecho y un hoodie del mismo deprimente color completaban su atuendo, la ropa negra solo lograba resaltar aún más su sedoso cabello plateado dándole el aspecto de una adolescente gótica.
Su madre estaba de espaldas preparando el desayuno, y su padre Jimmy Winter un hombre gordo pequeño calvo y de pequeños ojos grises estaba sentado desafiando la resistencia de una de las viejas sillas a soportar sus 110 kilos de grasa inglesa.
Jimmy estaba leyendo el “A.C.E Today” el diario preferido de América, y el único diario de América en realidad.
El calvo hombrecillo levantó la mirada al escuchar a su hijo bajar las escaleras y sonriendo bobaliconamente lo saludó.
“Pero si ahí está el niño del momento, listo para su día especial, siéntate y come hijo necesitarás energía para el día hoy… no queremos que te desmayes en medio de las pruebas, ¿verdad?”.
Denisse miró con envidia a su padre, su calva cabeza, su sobrepeso, su estúpida y fea cara y su rosada piel lo hacían parecer mucho a un cerdo, si al menos él hubiese heredado alguno de aquellos desagradables aspectos físicos, no estaría nervioso de asistir a las oficinas del programa SNOW, pero desgraciadamente Dennise era una copia pequeña de su madre, la misma blanca piel los mismos delicados y elegantes rasgos europeos, el mismo cabello plateado, y por sobre todo las mismas firmes y redondeadas nalgas en forma de corazón, no importaba que pantalones usara todo y cada uno de ellos lucían ajustados y apretados en su redondo y gordo culo.
Mon petit lapin, ya escuchaste a tu padre siéntate y desayuna, tenemos que salir pronto si queremos llegar a tiempo, escuché que los Woods acamparon fuera de las oficinas desde ayer en la tarde, quieren que Ronnie sea uno de los primeros en ser evaluados, tal vez debimos de haber hecho lo mismo”.
La bella mujer puso delante de su hijo un plato con huevos revueltos tocino y dos croissants a la plancha, y un tazón de frutas con miel y granola, y un vaso de leche con chocolate.
“Es demasiado… ¿ustedes ya comieron?”, Preguntó preocupado el pequeño niño, mirando desconfiadamente a su madre.
Annette se giró rápidamente para no ver directamente a su hijo.
“Preocúpate por ti, tu padre tiene razón hoy tú debes de comer bien, por lo que escuchado las pruebas duran varias horas y quien sabe si les dan de comer ahí adentro, asi que date prisa y come, mon amour
Denisse miró enojado a su padre quien misteriosamente había regresado su atención al diario, pero su rosada piel se había puesto roja hasta la calva.
“Estoy demasiado nervioso, solo comeré los huevos y el tocino tú puedes comer la fruta y papá los croissants”.
Denisse acerco el delicioso pan a su padre, y alejó el tazón de frutas hacia su madre.
Mon petit lapin, tienes que comerlo todo necesitarás energías, este es tu día…”.
“Si ustedes no comen yo tampoco”.
Annette se giró para ver esos los verdes ojos de su hijo llenos de determinación y terquedad.
Suspiró sabiendo que ya nada podía hacer para cambiar a opinión de su bonito hijo.
“Está bien, pero tendrás que prometerme que te esforzaras en las pruebas”.
Denisse suspiró enojado, pero al final también accedió.
“Oui, oui, lo haré maman, lo prometo”.
Y asi los tres miembros de la familia Winter desayunaron ansiosos, emocionados, y uno de ellos aterrado.

♠♥♠♥♠

Mientras Denisse veía el paisaje urbano de chicago pasar desde la ventana del tren en movimiento, repasaba en su cabeza todas las fórmulas matemáticas y todos los códigos de programación que había aprendido en su corta vida, estaba decidido a demostrar que su cerebro era más útil y valioso que su cuerpo.
Annette y Jimmy estaban sentados a su lado platicando animadamente del trabajo de oficina del gordo hombre y del pequeño negocio de costura que su madre planeaba comenzar, Annette además de increíblemente hermosa era muy hábil con la aguja, todos los bonitos vestidos que usaba la francesa los había diseñado y creado ella misma, y desde hace algún tiempo la rubia madre quería usar esas habilidades para poder llevar algún dinero extra a la casa, ya había hecho algunos vestidos y atuendos para sus vecinas y las hijas de estas, pero era muy tardado y poco rentable coser todos los pedidos a mano, tenía que comprarse una máquina de coser si quería dedicarse al negocio de la costura de manera seria.
Lo triste era que el bajo sueldo de Jimmy apenas era suficiente para rentar el pequeño departamento y llevar comida a la mesa, no estaban muriendo de hambre, pero definitivamente podrían estar mejor.
Denisse sintió un nudo en el pecho al ver a su madre tan hermosa delicada y elegante padecer pobreza gracias a A.C.E.
Y se prometió a si mismo que haría todo lo que estuviera en sus delicadas y pequeñas manos para darle a su madre una vida mejor.
El niño siguió repasando formulas y números en su cabeza mientras miraba las calles llenas de personas, personas blancas todas ellas, ir y venir, también vio la propaganda de A.C.E pegada por todas partes, promoviendo y alentando el nuevo estilo de vida americano.
“BLCK IS BETTER”
“PAY, PRAY, PROMOTE THE AFRICAN CULT EDEN”
“WHITE WIFES FOR BLCK MAN”
“God is ebony, paradise is African”
“NEW BLCK WOLD ORDER”
“BLACK SUPERIOR + WHITE SUBMISSIVE = PERFECT WORLD”
“BLCK RACE IS BETTER, BLCK RACE IS BIGGER”
“IN A.C.E. WE TRUST”
“PAY REPAIRS, WHITE GIRL”
“A GOOD CUCK IS A HAPPY CUCK”
Pero las que provocaban que Dennisse temblara de aprensión eran…
“YOUR WOMAN IS OUR, YOUR DAUGHTERS ARE OUR, YOUR SISSY SONS ALSO”
“BETA BOYS FOR ALPHA MALES”
“WHITE BOYS WERE BORN TO SERVE”
“BE SUBMISIVE, BE PROUD, BE HAPPY, BE SISSY”
“WHITE BOYS BLACK
“WHITE BETA BOY = SLUT SISSY SLAVES”
La pica negra con la A mayúscula estaba estampada en todos lados, ensalzando la sabiduría y superioridad del nuevo orden mundial.
Y además de las proclamas normales, también la ciudad entera estaba decorada con banderines pancartas, y murales que celebraban los 100 años del African Cult Eden.
“100 YEARS OF PACE, 100 YEARS OF A.C.E”
“100 YEARS OF BLACK WORLD IS 100 YEARS OF PERFECT WORLD”
“MAKE THE LVE WITH THE BLCK RACE, NO THE WAR”
“SERVE IS ALWAYS THE ANSWER”
“ALL RACES UNITED TO SERVE A.C.E”
Denisse suspiró al ver el exagerado despliegue de propaganda del gobierno.
En una de sus expediciones al basurero municipal había encontrado un antiguo libro de historia, y descubrió como era el mundo antes de que el gran y poderoso Mukasa fuera elegido como emperador del mundo entero, Denisse se sorprendió de cuanto podía cambiar el mundo en cincuenta años, al parecer hace un siglo el mundo estaba envuelto en guerras, hambruna y pobreza, y todas las razas se odiaban y competían, y existían miles de religiones, e idiomas.
Dennisse no podía imaginar aquel mundo, y muchas de las cosas que leyó le parecían francamente delirios y mentiras, el pequeño niño no podía imaginar un mundo en el que existieran delincuentes o rateros, violencia, odio y violaciones, según el viejo libro estas personas infringían la ley por falta de dinero, escolaridad o por adicción a las drogas, Dennisse ni siquiera podía creer que en algún momento las drogas fueran ilegales, o que existiera gente pobre, A.C.E se aseguraba que cada persona realizara un trabajo útil y necesario para el nuevo orden mundial y eran recompensados por ello, y se le hacía casi imposible creer que hubieran violadores en la antigüedad, cuando una de las prioridades del African Cult Eden era la satisfacción sexual de cada individuo, tampoco comprendía que existieran muchas religiones, él como todo el mundo vivía su vida bajo la guía del único y todopoderoso Dios negro Yahveh, y definitivamente no podía creer que en algún momento la poderosa raza negra hubiese sido esclavizada por los hombres blancos, aunque eso explicaría el por qué los Maestros Negros exigían que las demás razas pagaran reparaciones por los pecados de sus antepasados, Dennisse tenía un millón de preguntas pero no podía preguntarle a nadie sobre el pasado pues era tabú, lo que si era cierto es que desde hacía 100 años no existía ni el hambre ni la guerra, ni la violencia sin sentido, A.C.E había demostrado ser el mejor sistema de gobierno de la historia.

El chico miró a sus padres y se sorprendió al ver que eran la única pareja que se comportaba de manera cariñosa, pues, aunque había claramente más parejas casadas en el mismo vagón la actitud de las bellas mujeres caucásicas para con sus maridos era de indiferencia o incluso de desprecio.
Justo en ese momento una pareja que estaba de pie frente a Dennise se encontraba en medio de un pequeño drama surrealista la hermosa y sexy mujer castaña de enormes tetas estaba hablando animadamente con alguien por celular mientras que su patético y delgado marido, le sostenía el bolso.
“Me muero por verte Jamal, por favor, por favor, quiero que me folle de nuevo mi Rey, por supuesto mi marido preparara la cena ya sabes que es chef en ese restaurante que te gusta tanto… ¿verdad Cucky?”.
La despampanante latina miró con odio a su débil esposo, el cual con la mirada baja y los hombros caídos respondió afirmativamente.
“¿Quieres que él te lo pida?, como tú quieras mi Rey, ya escuchaste perdedor, ruégale a mi toro negro que me folle, y será mejor que lo convenzas…”.
La feroz mujer le pasó el teléfono a su débil marido.
El pequeño hombre tomó con una temblorosa mano el celular y se lo llevo a la oreja.
“Buenos días señor, Mónica quiere que vengas a cenar esta noche, yo te preparare tu platillo favorito y…”.
Denisse no pudo escuchar que él lo que el otro hombre respondió, pero no debía de ser nada bonito ya que el patético hombre se encogió de miedo.
“No… no le estoy ordenando nada señor… jamás me atrevería señor… yo se lo estoy pidiendo… se lo ruego… venga esta noche a fo… follar a mi esposa, por favor venga a follarse a mi esposa porque yo no soy lo suficientemente hombre para satisfacerla… le pido por favor que venga y se coja a mi esposa con su enorme verga negra… hare la cena y compare ese vino que tanto le gusta, y por supuesto que le pagaré por su tiempo… por favor señor se lo ruego”.
La voz del sujeto era aguda y temblorosa, y su cuerpo temblaba por la humillación, pero Denisse pudo notar sorprendido como el sujeto tenía una pequeña erección en público mientras le rogaba a otro hombre para que se follara a su esposa.
Denisse aparto la mirada de aquel patético espectáculo mientras escuchaba a la mujer habla de nuevo feliz con su amante negro.
Por fin después de viajar por más de una hora en tren llegaron al centro de chicago, más específicamente a las oficinas centrales de A.C.E, cuando buscaron el edificio dedicado al programa SNOW Denisse se sorprendió al ver a decenas de familias llevando de la mano a sus hijos varones a la prueba de selección.
Denisse miro a al menos cincuenta niños haciendo fila para entrar en las lujosas e imponentes oficinas del programa SNOW, había pequeños niños asiáticos con lacio cabello negro, y niños americanos rubios que en el pasado hubiesen podido ser actores o cantantes de pop, también había niños de facciones más elegantes que como él tenían sangre europea, y una docena de pelirrojos de cabellos rizados e incluso pudo ver a un par de niños latinos de cabello negro y piel bronceada color caramelo pero a pesar de la diferencia de colores y razas todos esos niños eran pequeños, delgados y delicados.
Denisse siempre se sintió diferente al resto, todos sus compañeros de escuela eran chicos de rasgos y actitudes netamente masculinas, rudos, tontos y salvajes, y a diferencia de él no eran para nada bonitos, en realidad la mayoría eran francamente feos y desagradables.
Denisse siempre fue el blanco de las burlas de sus compañeros y la envidia de las niñas gracias a sus hermosos rasgos, él era hermoso, era un hecho, y aun cuando sus padres y maestros le felicitaban y por ser tan afortunado por tener su futuro asegurado él nunca se sintió cómodo con su bello rostro y su delicada y curvilínea silueta.
Pero ahí viendo a media centena de niños con rasgos igual o más femeninos que él, con siluetas aún más curvilíneas que la de él por fin se sintió normal.
No era un fenómeno, no era único, había más niños como él.
“Mira a estos niños son igual de bonitos que tú”, dijo su padre sorprendido al ver a todos aquellos hermosos niños caminar y hablar con gestos amanerados y delicados.
Mon Dieu, claro que no, mon petit lapin es mil veces más bonito que todos estos aburridos niños, no tienen una sola oportunidad contra, mon cher prince
Annette se inclinó hacia su hijo y comenzó a llenarlo de castos y tiernos besos mientras lo abrazaba amorosamente.
Arrête maman, arrête, me avergüenzas”
Denisse se escapó de los mimos de su madre y decidió alejarse de sus padres.
“¿A dónde vas, mon chéri?”.
“Voy al… baño, voy a buscar el baño”.
Sus padres lo miraron preocupados, pero lo dejaron marchar, mientras ellos se acercaban al final de la fila para hablar con los otros padres que como ellos estaban esperando con ansias que las oficinas abrieran sus puertas.
Dennisse dejo escapar un suspiro cansado, se sintió abrumado ahora ahí delante de las oficinas viendo a las demás familias, a los otros niños tan diferentes, pero al mismo tiempo tan parecidos a él, su corazón latía como loco y las palmas de sus manos estaban sudando por los nervios.
Esto era real, por fin estaba pasando, en unos minutos el cruzaría las puertas de ese edificio de cristal y su vida cambiaria para siempre, de una forma u otra.
Mientras caminaba con la mente perdida en su inminente futuro el pequeño niño tropezó con alguien, el impacto del golpe hizo que Dennisse cayera sobre sus redondas nalgas, el peli-plateado cerró los ojos por el dolor, mientras dejaba escapar un delicado gemido de sus rojos labios.
Al abrirlos frente a él y también sentado en el suelo y sobándose la nariz estaba un niño de ondulado cabello negro como las alas de un cuervo, ojos de color miel que brillaban detrás de unas gafas cuadradas de pasta gruesa, que lo hacían parecer un completo nerd y delicada piel bronceada color caramelo claro, sus hermosas pestañas rizadas eran gruesas y tan negras como su cabello, adornando sus enormes y hermosos ojos que eran lo más llamativo de sus bonitos rasgos latinos, aunque sus gruesos y llenos labios rosados pelaban por el puesto.
“Perdona, no estaba viendo por donde caminaba”, Dennisse se levantó apresuradamente del suelo y le tendió la mano al chico de negros cabellos.
El pequeño niño aceptó su ayuda y mientras se ponía de pie se sobaba unas enormes y llamativas nalgas, Dennisse no pudo evitar quedarse mirando aquel enorme y redondo culo, sus nalgas eran escandalosas, el pequeño niño era unos diez centímetros más bajo que Denisse, de hombros pequeños y delicados y una cintura igual de estrecha que la de él pero sus enormes caderas y su gigantesco culo convertían la silueta del niño en la de una avispa, de la cabeza a la cintura era delgado, pequeño e infantil, pero de la cintura para abajo unas caderas y una cola tan grandes que resultaba casi caricaturescamente obscena, pero como con las avispas su figura no resultaba desagradable, al contrario, el absoluto contraste entre el pequeño cuerpo del niño y sus gigantescas nalgas lo hacían ver extremadamente erótico y elegantemente vulgar.
Dennisse siempre había llamado la atención tanto de hombres como de mujeres por su femenina silueta, y siempre eran sus firmes redondeadas y bien paradas nalgas las que más atención llamaban, era una peculiaridad en su barrio ver a un dulce y delicado niño con una bonita cola de una modelo de Vitoria Secret, pero las gigantescas caderas del niño que ahora estaba de pie frente a Dennisse hacían parecer sus bonitas nalgas de niña adolescente… inferiores, y por alguna razón desconocida Dennisse odió profundamente a aquel niño.
“No pasa nada…”.
La voz del pequeño salió en un susurro tan suave, tímido y dulce que casi era un gemido.
“Yo solo estaba…”, Dennisse trató de recordar que mentira había contado a sus padres, pero el tímido niño delante de él habló primero.
“¿Nervioso?”, los grandes ojos dorados le miraron curiosos mientras una linda sonrisa se dibujaba en sus gruesos labios.
El repentino y extraño odio que sintió Dennisse hacia el latino despareció, cuando pudo ver que aquel chico estaba igual o más asustado que él mismo.
“Sí, bastante nervioso, ni siquiera puedo creer que esté a punto de… ya sabes”.
“Lo sé, yo tampoco me lo creo, me llamo Eleuiu Flores por cierto”.
El pequeño y tímido latino se balanceo de un lado al otro emocionado, y Dennisse pensó que tal vez aquel chico no estuviera nervioso, más bien ansioso de entrar a las oficinas del programa SNOW.
       “Eleuoe…”, Dennisse trató de repetir el dulce gemido que aquel niño había pronunciado como su nombre, pero las vocales se negaban a encajar unas con las otras.
La cristalina risa del latino hizo sonrojar de manera salvaje a al rubio, y se sintió un poco humillado al no poder pronunciar bien aquel bonito nombre.
“Es náhuatl… mis padres son mexicanos, significa deseo, pero puedes decirme Ele (Eli)”.
“Eli, es un bonito nombre, como tú”.
Dennisse se reprendió por haber dicho aquello, pero al ver los delicados y femeninos rasgos latinos y esas despampanantes caderas no pudo evitarlo, Eli era muy bonito.
“Tú también eres hermoso…” Eli lo miró de arriba abajo deteniéndose en su brevísima cintura, su plano vientre, y sus redondas y paradas nalgas, pero lo que más le llamó la atención fue el cabello completamente blanco de Dennisse “¡Oh por dios eres tan hermoso, seguramente eres un βetaboy de cuarta o quinta generación, ¿verdad?!”.
Dennisse apenas y captó la pregunta de su nuevo amigo, pues aún seguía confundido por apreciar la belleza en otro hombre.
“¿Qué?, no, claro que no… soy el primero de mi familia en recibir la carta, mi madre ni siquiera a echo actos de reparación, se embarazó de mi padre de manera… normal”.
“¿En serio?, juraría que eres un βetaboy de quinta generación, eres tan blanco, y tan bonito, ¿tu cabello es natural?”.
Dennisse se sonrojó furiosamente, no supo si alagado o humillado.
“Sí, es natural, está prohibido venir a las pruebas con cualquier modificación o alteración de la aparecía”.
“Es cierto, me leí el manual completo unas mil veces”, Eli se golpeó cómicamente la cabeza mientras sacaba la lengua y guiñaba un ojo de una manera completamente infantil y femenina, “espero no fallar en el examen”.
“No te preocupes seguro que te irá bien en el examen académico”.
Eli lo miró con un gesto de profundo desconcierto, como si no entendiera lo que acababa de decir el rubio.
“A quien le interesa el examen académico… me preocupa no recordar las reglas de una buena Sissy,” el bonito latino se inclinó hacia Dennisse y le susurró con gemidos en la oreja, Dennisse captó el aroma a chocolate y caramelo que Eli desprendía, “el toro de mi mamá consiguió el examen de personalidad del año pasado y pude estudiar las respuestas, pero no se lo digas a nadie, mamá me lo dio como regalo por mi cumpleaños ¿tú cuándo cumpliste los 13?”.
Dennisse se quedó paralizado, un poco por descubrir el dulce aroma que Eli tenia, y recordar que su propia piel siempre olía a pay de manzana, y otro poco por tener que reconocer que aquel dulce niño de piel bronceada deseaba ser elegido por el programa SNOW a tal grado que haría trampa para lograrlo.
Al contrario de él que había hecho hasta lo imposible por asegurarse de no ser elegido, creía que había encontrado un aliado en Eli, pero mirando a su alrededor a aquella multitud de delicados amanerados y bonitos niños, se dio cuenta de que una vez más estaba solo.
Pero cuando el pequeño latino lo miró con tanta curiosidad y entusiasmo en sus dorados ojos, no pudo alejarse de él.
“Aún no tengo 13 los cumpliré en septiembre… el 26”.
“Oh que emoción… si somos elegidos podremos celebrar tu cumpleaños en la escuela… he escuchado que es un castillo en medio de un bosque, como un cuento de hadas… ¿no es maravilloso?”.
Definitivamente Eli estaba deseando ser elegido, Dennisse sintió un golpe de melancolía, aunque solo había hablado unos cuantos minutos con aquel niño de cabellos negros Dennisse ya se sentía unido con él, pensar que no lo volvería a ver lo llenaba de una profunda tristeza.
Dennisse estaba a punto de explicarle a Eli que él había estudiado durante los últimos tres años para no ser fichado por SNOW, pero en ese momento las puertas del enorme edifico se abrieron por fin y una hermosa alta y poderosa mujer negra con un traje italiano que la hacía ver como una exitosa abogada salió junto con dos delicadas y sexis enfermeras rubias que parecían salidas de una película porno, incluso sus atuendos parecían disfraces de Halloween.
“Buenos días y bienvenidos pequeños niños blancos a las instalaciones del programa SNOW, veo que este año son más… es natural, pronto la mitad los hombres blancos serán delicados y hermosos niños beta como ustedes”.
Cuando la profunda pero femenina voz de aquella Black Queen callo, todos los padres y niños ahí reunidos aplaudieron entusiasmados, mostrando su apoyo incondicional.
La poderosa y exitosa mujer miró con ternura y lastima a la pequeña multitud de niños frente a ella con una sonrisa como la que pondría al ver a un montón de gatitos huérfanos.
Todos los presentes se quedaron viendo a esa hermosa diosa negra de rizados cabellos africanos demasiado impresionados por estar por frente a una Black Queen en persona, cuando la ronda de aplausos terminó todos los niños que estaban ahí reunidos instintivamente bajaron la mirada y entrelazaron sus manos detrás de sus espaldas en señal de respeto.
Dennisse nunca había estado en presencia de un Black Mistress, y cuando vio a la sensual y perfecta mujer afroamericana pudo comprender por fin la propaganda que estaba diseminada por toda la ciudad.
“Black Is Better”, Al ver a la atlética, ponderosa y confiada mujer negra Dennisse tuvo que admitir que aquella sentencia era cierta, esa mujer lucia más fuerte más inteligente y poderosa que él, en realidad parecía que podría patearle el trasero a su padre.
“Dije… Buenos días… patético monton de niños blancos”.
La ternura en la voz de la dominante mujer había desaparecido y un odio amargo resonaba en su preciosa voz.
“Buenos días… señora…”.  
El coro de delicadas y agudas voces infantiles fue interrumpido por la voz cargada de odio de aquella mujer.
“Cuando se dirijan a una Black Queen, la llamaran Mistress o Queen, ¿está claro pequeños niños beta?”.
“Si, Mistress”.
Dennisse repitió el saludo aún con la mirada en el suelo.
“Muy bien niños beta, están aquí porque fueron elegidos para que el programa SNOW les aplique el test de detección temprana de niños Sissy, pro el que sean unos patéticos y débiles niños beta no les asegura que sean Sissys naturales, es por eso que el día de hoy pasarán por diversas pruebas para determinar si solo son unos patéticos y débiles hombres blancos, o si tienen la suerte de que la naturaleza los ha programado para convertirse en el tercer género, ahora formen una fila con sus documentos en la mano y comiencen a entrar de manera ordenada, ¿quedó claro?”
“Si Mistress”.
El coro de niños bonitos respondió al unisonó, mientras comenzaba a formarse delante de las oficinas.
Dennisse se dio cuenta de que no tenía la carta que el gobierno le había enviado, estaba por correr a buscar a sus padres cuando su hermosa madre apareció como por arte de magia detrás de él.
“Aquí tienes mon petit lapin… siempre tan distraído”.
Dennisse tomó el folder que su madre le ofrecía, en ese momento la hermosa francesa notó al pequeño latino que estaba frente a su hijo.
“¡Oh Mon Diu, regarde ce petit minou!, mírate, ¿no eres la cosa más bonita del mundo?”.
La bella mujer rubia tomo las mejillas del pequeño latino y las pellizcó mientras las estiraba, el débil y sumiso niño no pudo hacer otra cosa que gemir adolorido mientras soportaba aquella tortura.
“Maman arrête, lo estas avergonzando”.
“Claro que no”, respondió la aludida mientras ahora acariciaba el negro cabello del infante.
“Pues me estas avergonzando a mí”.
Mon cher, que cosas horribles dices, que va a pensar de ti esa hermosa Queen si te escucha decir tales cosas y ¿cómo se llama este pequeño niño de caramelo?”
“Me llamó Eli, mucho gusto en conocerla señora Winter”.
En ese momento la mujer abrazó ferozmente al pequeño Eli hundiéndolo entre sus firmes senos mientras lazaba un chillido de alegría como una fan-girl.
“Sabe mi nombre, y que bonita es su voz”.
Dennisse rodó los ojos mientras deseaba que la tierra se abriera bajo sus pies y se lo tragara, asi podría dejar de sentir vergüenza por su madre ya al mismo tiempo evitaría entrar en las instalaciones del programa SNOW.
“Maman, arrête s'il te plait, creo que la fila es solo para…”.
“Los βetaboy, lo sé, lo sé… es que estoy tan emocionada”.
La joven madre dejo ir a Eli, pero sumergió a su hijo entre sus senos con aún más fuerza, cuando a Dennisse estaba por morir por hipoxia su madre por fin lo liberó y se fue con una sonrisa enorme.
“Perdón por eso, mi madre está muy emocionada por esta… cosa”.
“Mi madre también esta emocionada… no habla de otra cosa… desde que pagó reparaciones hace tres meses, ha estado tan contenta, y cuando recibí la carta de SNOW ella literalmente salto de alegría, lo primero que hizo fue contárselo a su toro, y cuando King Zaref se enteró le dijo a mamá que si era elegido para el programa él quería adoptarme, ¿no es fantástico?”.
Dennisse sabía que su propia madre tendría que pagar reparaciones en algún momento y seria asignada a un toro negro, pero pensar en ello le provocaba sentimientos extraños asi que evitaba aquel tema lo más posible.
El niño de cabellos plateados estaba tratando de idear alguna respuesta sensata a aquella pregunta, pero justo en ese momento el rugido de un motor provocó que todos los niños ahí reunidos voltearan sus bonitos y delicados rostros.
Un antiguo y lujoso Roll Royce, se detuvo en la entrada de la plaza.
Un viejo y delgado hombre blanco, vestido con un elegante traje de cochero se bajó de la parte delantera, y se apresuró a abrir la puerta del pasajero.
Un enorme y apuesto hombre negro vestido con un elegante traje que remarcaba sus impresionantes músculos salió de la parte trasera, el enorme macho negro se irguió en toda su impresionante altura unos dos metros, miró a su alrededor con una blanca y perfecta sonrisa, su negra mirada recorrió toda la fila dulces y pequeños niños beta, con una expresión complacida y divertida, pero esa mirada cambió cuando posó su intensa mirada en Dennisse, el hermoso niño sintió un escalofrío recorrer su espalda y terminar en su bajo vientre donde un cálido cosquilleo nació.
El toro negro desvió su atención del intimidado Dennisse y tendió su enorme mano hacia la puerta abierta, después de un momento, una diminuta, delicada y nívea mano salió a la luz del sol, donde el apuesto macho negro la cubrió completamente con su gigantesca zarpa negra ayudando a bajar al pasajero.
Una larga bien torneada y lechosa pierna desnuda salió de dentro del lujoso auto, seguida de otra preciosa y femenina pierna.
De aquel auto salió una hermosa ninfa rubia, alta delgada y de femeninas curvas tan marcadas que aun desde lejos Denisse pudo ver la perfecta figura de reloj de arena que aquella hermosa aparición tenia, larguísimas piernas enfundadas en unos micro mini shorts de mezclilla que resaltaban sus gruesos muslos de blanco marfil, un ajustado top color rosa de tirantes que dejaba al descubierto sus delgados y blancos hombros, y su vientre plano y femenino que dibujaba una sexy “V” hacia su entrepierna que a pesar de lo extremadamente ajustado del minishort apenas y podía notarse un diminuto bulto, que extrañamente lucia natural y coqueto.
Pero no era el esquicito y curvilíneo cuerpo del recién llegado lo que llamó la atención de todas las personas, fue su hermoso rostro de femeninas e infantiles facciones enmarcadas por un lacio y rubio cabello dorado como el trigo tostado el sol, tan largo que le llegaba a las hermosas y bien redondeadas nalgas.
El hermoso niño llevaba unas costosas gafas de sol que la hacían parecer una estrella juvenil de cine.
“Wow, él es tan hermoso”.
Eli dijo con una exclamación de asombro y envidia.
Dennisse tuvo que admitir que Eli tenía razón, la única manera de saber que aquella hermosa hada rubia no era mujer era por en sus manos llevaba como ellos su carta del programa SNOW.
El enorme hombre negro tomó de la mano al hermoso y rubio ángel y caminó hacia la entrada del edificio, el hermoso niño caminaba contoneando las caderas de forma lenta y sensual un pie delante de otro, como en una pasarela, hombros atrás el pequeño y plano pecho hacia adelante la espalda arqueada de manera sexy, la barbilla hacia arriaba lo cual remarcaba su respingada y pequeña nariz, y sus altos pómulos de princesa aria.
La pareja caminó con paso seguro hasta la entrada de la sede, donde Eli y Dennisse estaban primeros en la fila, el enorme toro puso a la rubia princesa delante del pequeño latino como si pudiese hacer cualquier cosa que él quisiera, y Dennisse sabía que asi era, el poderoso hombre negro podía tomar cualquier cosa en el mundo, porque el mundo entero le pertenecía.

El enorme hombre se quedó de pie junto al rubio niño de largo cabello que en ese momento revisaba con ilusión la carta del programa SNOW, el macho alfa estaba revisando algo en su iPhone.
Eli bajo la mirada respetuosamente, pero Dennisse simplemente quedó paralizado ante la masculina y dominante aura que exudaba el gigantesco toro negro, el peli-plateado ni siquiera era consciente de que había dejado de respirar hasta que sus sofocados pulmones le exigieron oxígeno.
Pero cuando el pequeño niño respiró profundamente en lugar de despejar su mente, sus sentidos quedaron abrumados por el fuerte y masculino almizcle de aquel Rey negro, el varonil aroma de una loción mezclado con el almizcle de macho africano intoxicó las neuronas del pequeño Dennisse, provocando que otro escalofrío recorriera su frágil cuerpo, las cálidas cosquillas en su vientre subieron de temperatura.
La asombrada mirada de Dennisse era tan intensa que el apuesto hombre negro volteó a verlo, clavando sus negros e intensos ojos en el pequeño niño que lo miraba embelesado.
Dennisse se sintió como un ciervo ante los faros de un auto, completamente paralizado del asombro, terror, y fascinación, el enorme africano también se quedó mirando con una expresión de sorpresa, que inmediatamente cambió a una la maliciosa mirada de un zorro al ver una presa fácil.
Una sonrisa malvada se dibujó en el africano rostro del caballero negro, quien olvidando por un momento su teléfono dedicó toda su atención al pequeño niño blanco.
Hermosos tímidos y cristalinos iris verdes, contra los negros profundos e intensos ojos oscuros del guerrero africano, el pequeño niño sintió de inmediato como una conexión se forma entre ambos, chispas volaron entre las miradas de esos dos seres tan diferentes, un enorme y poderoso toro negro y un pequeño y débil conejito blanco.
Dennisse sintió que un fuego crecía en su bajo vientre, un fuego que calentaba todo su cuerpo desde dentro, pero aquella intensa conexión se rompió cuando una aguda y mimada voz se hizo oír.
“Papi, ¿por qué tengo que formarme con todos estos niños feos y pobres?, dijiste que sería la primera en ser evaluada… y tú que haces mirando a mi papi a los ojos, ¿qué no te han enseñado a bajar la mirada ante un Rey negro?”
Dennisse recordó en ese instante todas las enseñanzas de sus padres y de la escuela, y trató de bajar la mirada humildemente, pero los oscuros ojos de aquel macho negro eran dos pozos de oscuridad que lo hipnotizaban.
Fue el hermoso hombre quien rompió aquella repentina unión, Dennisse se sintió desolado cuando aquel apuesto hombre dejo de mirarlo, el fuego que había nacido en su vientre se apagó al igual que la extraña bruma que embotaba su mente.
“No te preocupes Danielle, serás el primero en ser evaluado, pero eso no significa que no debas de seguir las reglas como los demás, y no seas malo con un niño tan hermoso”.
El macho negro se giró para estar frente a frente al pequeño y blanco niño que lo miraba embobado.
“Oh my Gosh, si sigue mirándote, el muy grosero, se nota que es de clase baja”.
Dennisse sabía que debía bajar la mirada para mostrar sumisión ante el hombree superior que tenía delante, pero todos sus sentidos estaban paralizados gracias a la abrumadora esencia a macho alfa que inundaban sus sentidos, era como estar ante un poderosos león africano, su mente sabía que debía correr, pero su cuerpo se negaba a moverse totalmente hechizado por la poderosa presencia de aquella poderosa fiera.
Pero la azul mirada de aquel niño de largo cabello rubio lo obligó a agachar la cabeza, avergonzado.
El enorme toro negro no mostró molestia alguna a ante la mirada atónita del pequeño Dennisse, al contrario, con un elegante movimiento, tomó la pequeña mejilla del niño con su enorme mano negra, obligando al pequeño Dennisse a mirarlo de nuevo mientras acariciaba con su pulgar la suave y aterciopelada mejilla del niño blanco.
De nuevo sus miradas se cruzaron y las brasas que estaban apagándose en el vientre de Dennisse crecieron de nuevo hasta convertirse en una fogata y las pequeñas cosquillas ahora eran pequeños temblores que sacudían su cuerpo.
“¿Mírate no eres el niño más blanco que he visto? ¿Como te llamas pequeño?”.
Dennisse apenas podía respirar, apenas podía pensar en realidad, la poderosa mirada lo tenía completamente subyugado, y con mucho esfuerzo se obligó a contestar.
Je m'appelle Dennisse mon maître
La suave voz salió como un gemido desesperado.
Dennisse se sentía tan abrumado por el toque de aquel hombre que no se dio cuenta que había respondido en francés, toda su conciencia estaba enfocada en aquel perfecto Dios de ébano de dos metros que había bajado del paraíso para abrumarlo no solo con su divina presencia, también le había regalado el infinito honor de ser tocado por un ser superior, un ser más sabio, un ser más poderoso, un ser más fuerte, y más inteligente, un ser perfecto.
“Asi que eres francés Dennisse, yo me llamo Ekon es un placer saber que cada año los niños beta son más y más bonitos, dime Dennisse ¿estas listo para ser elegido, estas listo para descubrir y aceptar el plan que la naturaleza dicto para ti?, ¿estas listo para descubrir tu razón de existir? ¿Iras a la academia y aprenderás a cumplir tu lugar natural en nuestra sociedad? ¿Servirás al African Cult Eden y a tus amos negros?”.
Dennisse trató de recordar porque no quería ser parte del programa SNOW, pero su cerebro trabajaba a cámara lenta, y ahora mismo lo que más deseaba era ser elegido.
Oiu Mon Roi, Je ferai tout ce qui te rendra heureux”.
Ekon sonrió aún más, no sabía francés, pero entendió cada palabra, los suaves gemidos de sumisión que este pequeño niño beta le regalaba eran iguales a todas las declaraciones de adoración, obediencia y amor que todos los sissys le daban diariamente.
“Tienes potencial, putito hermoso, espero verte en la academia para enseñarte modales patético niño blanco”.
Ekon acaricio los femeninos y rojos labios de Dennisse, para después propinarle una sonora bofetada, que casi derribo al débil niño blanco.
Dennisse, apenas y pudo sostenerse en pie, su cerebro de por si saturado de esa esencia masculina que lo atontaba se quedó en blanco por la sorpresa y el repentino dolor, pero su instinto le obligo a responder al poderoso macho que tenía delante.
Désolé mon roi s'il te plait pardonne-moi”.
Ekon ya no estaba escuchando al patético niño blanco, se dirigía con pasos confiados y elegantes hacia la entrada de aquel edificio de cristal.
Dennis seguía aturdido, aunque no sabía si era por la bofetada o por la embriagadora aura masculina del primer hombre que había visto en persona.
“Eso te enseñara a respetar a tus amos negros estúpido campesino, papi ni siquiera debería interesarse en niños corrientes como tú”.
La mimada e infantil voz de Danielle se burló de él cargada de odio y desprecio, pero con sus azules ojos abiertos de sorpresa, Dennisse se dio cuenta que aquel ángel rubio estaba genuinamente sorprendido por la actitud de su “papi”.
Eli también estaba viendo a Dennisse con asombro, y con la punta de sus delgados y bronceados dedos acarició tiernamente la enrojecida mejilla del peli-plateado, sus hermosos ojos color miel cambiaron de ternura a una profunda mirada de envidia.
“¡No puedo creerlo!” El pequeño latino jadeó, “él te tocó, un toro negro te tocó… te odio, maldito suertudo, no solo eso, ¡un Rey negro te castigó!, fue tan impresionante, tan… ¡aaaahhhhhhh…!, ¿y que fue eso?, ¿Por qué hablaste en francés? ¿Eres francés?”
Eli lanzó un grito de fan-girl tan agudo que Dennisse tuvo que alejarse por miedo a quedarse sin tímpanos.
Danielle también se asustó con el repentino y agudo chillido de aquel niño de gordas nalgas, pero después de recuperarse, adopto una pose de diva, arqueando la espalda y ladeando coquetamente sus redondas caderas, y mientras ponía un mechón de su rubio cabello detrás de su oreja en gesto de niña rica miró de nuevo a Dennisse con esos ojos azules cargados de desprecio.
Dennisse simplemente miro a sus pies mientras se acariciaba la adolorida mejilla, no quería ver a los dos hermosos niños a la cara.
“Oh vamos, ¿ahora vas a llorar?, deberías agradecer que mi papi le dio una lección a un feo niño como tú”.
Dennisse se odio a sí mismo en ese momento porque no eran lagrimas lo que trataba de esconder, era una enorme y avergonzada sonrisa de emoción y orgullo.

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Dennisse entro con las piernas temblando y el corazón acelerado aún notaba la bofetada en su mejilla como recuerdo de que aquel toro negro realmente le había dedicado su atención.
“Vamos Dennisse, contrólate, recuerda que debes concentrarte si quieres aprobar el examen de conocimientos, hazlo por tu familia, por ti mismo, para no convertirte en una asquerosa esclava sexual, eres mejor que eso”.
Mi mente seguía torpe y lenta, y mi vientre permanecía tibio y tembloroso, tenía que espabilarme si quería aprobar el examen.
“Muy bien pequeños niños beta, desnúdense y pónganse las batas que las enfermeras les están dando después esperen a ser llamados, entonces un doctor le hará un examen físico, obedezcan en todo momento y cuando les pregunten algo respondan rápida y honestamente”.
La hermosa y poderosa Reina negra les hablaba de manera marcial al grupo de cinco niños que ahora estaban dentro de las lujosas instalaciones del programa SNOW.
Dennisse, Danielle, Eli y otros dos delicados niños estaban en un elegante vestidor.
Las dos rubias enfermeras les repartieron un pequeño paquete de plástico sellado, cuando Dennisse lo abrió descubrió dentro una ajustada y femenina camisola de seda rosa.
Denisse jamás había tocado algo tan suave como aquella prenda, eran tan suave y resbaladiza, tan ligera como el aire, se sentía como si estuviese echa de fluido en lugar de tela.
Dennisse seguía embobado por la exótica tela asiática, cuando la mimada y presumida voz de Danielle lo sacó de su aturdimiento.
“Es una pena que solo elijan a trece βetaboys, para la Snow Sissy School, aunque viendo los βetaboys de este año será un milagro que se llenen los trece puestos, todos son feos y ordinarios”.
El hermoso niño de largos cabellos dorados, estaba quitándose la cortísima blusa de tiras, dejando al descubierto unos alegres e hinchados senos pubescentes que recién estaban desarrollándose, coronados por unos pequeños y hermosos pezones rosas que al contacto con el aire se pusieron erectos e inflamados.
Los otros cuatro niños se quedaron maravillados y sorprendidos por ver aquellas tetas de niña adolescente que destacaban en el delicado y blanco cuerpo del hermoso niño.
Danielle arqueo la espalda para resaltar aún más sus encantos, y sonrió con verdadero placer al saberse observado y admirado.
“Wow, tienes… senos, ¿cómo es posible?”, un bonito niño de cabello rubio paja con verdes ojos miraba alucinado a Danielle.
“¿Son implantes?, ¿te has hormonado?”, el otro chico, un pequeño castaño de ojos grises preguntó curioso.
“Tomar hormonas antes de ser elegido por el programa es ilegal”, Eli explico sin poder ocultar la amarga envidia que destilaba su tímida y susurrante voz.
Dennisse simplemente no podía apartar sus verdes ojos de aquellos hermosos senos juveniles, y de sus bonitos pezones rosados.
“Yo no necesito tomar hormonas, y jamás desobedecería las reglas del A.C.E, y de mi papi Ekon estas bellezas…” Danielle tomos sus pequeñas tetitas y las apretó orgulloso, “…son 100% naturales”.
La azul mirada de aquella ninfa se clavó en Dennisse, con una sonrisa malvada.
“¿Pero ¿cómo es posible?”, La asombrada y delicada voz del pequeño castaño resonó llena de escepticismo.
“Es porque tú eres un βetaboy de última generación, ¿cierto?”.
Danielle puso sus delicadas manos en sus estrecha cintura y poso de manera altanera.
“Sí, lo soy, asi que no se comparen conmigo… yo soy una Sissy de sangre pura, no como ustedes que solo son unos βetaboys comunes y ordinarios”.
“¿Que es un βetaboy de última generación?”, el niño de lentes preguntó curioso.
Danielle estaba por responder cuando la melodiosa voz latina de Eli se adelantó ansioso por compartir sus conocimientos.
“Tú y yo somos βetaboys de primera generación, lo que quiere decir que somos los primeros en nuestras familias en ser clasificados, fuimos concebidos de manera natural, cuando una mujer ha dado a luz a un βetaboy, es fichada como una βetawomb, si los resultados de hoy demuestran que no solo somos βetaboys, sino que en realidad somos genética, físicamente, físicamente y espiritualmente Sissyboys nuestras madres serán fichadas como βetawombs, a las βetawombs solo les está permitido reproducirse artificialmente con semen de βetaboys,” Eli explicaba esto con la voz emocionada y excitada, sus hermosos ojos color miel brillaban detrás de sus gafas con la pasión de un científico al explicar la teoría de la creación universal, se notaba que no solo tenía la apariencia de un pequeño ratón de biblioteca, era un nerd total, “cuando una de estas βetawombs es inseminada con el semen de un βetaboy de primera generación y da a luz a otro niño, este es un βetaboy de segunda generación, el semen de esta segunda generación es inseminado en otra βetawomb y hace nace un βetaboy de tercera generación, como sabemos l programa SNOW fue implementado desde el inicio del nuevo orden mundial por el poderoso y perfecto Rey Mukasa, y una generación de βetaboy nace cada trece años, lo cual quiere decir que un Sissyboy de pura sangre son βetaboys de séptima generación, y ellos a su vez serán usados para crear a los βetaboys de octava generación”.
Todos los presentes se quedaron mirando con asombro al inteligente y culto niño, incluso Danielle estaba mirando a Eli con un poco de respeto, aunque rápidamente cambió su expresión a su mimada y altanera mirada de siempre.
“Exactamente… es bueno saber que algunos campesinos han sido educados,” miro con odio a Dennisse una vez más, “mi madre es una βetawomb de primera calidad, mis dos hermanos fueron elegidos para asistir a la Snow Sissy School y se graduaron con honores, Larisa la mayor es una Sissy de tercera generación, y Roxy es de quinta generación, como ambas son hermosas y sensuales Sissys mi madre tuvo el honor de engendrar a un βetaboy de séptima generación, yo nací para ser la Sissy perfecta ni siquiera debería estar aquí rodeada de βetaboy ordinarios y pedestres como ustedes, la Sissy School debería aceptarme automáticamente, pero papi dice que debo aprender a obedecer sin quejarme ni preguntar”.
Todos los niños se quedaron callados e inmóviles, mirando con nuevo respeto a aquel rubio príncipe de sangre azul.
Dennisse de nuevo sintió un súbito ataque de envidia y odio a hacia Danielle.
“No es justo,” pensó, no tenemos oportunidad de ser elegidos si hay βetaboy de distintas generaciones compitiendo.
“Eso no es justo” el pequeño castaño dio un pisotón al suelo mientras con la voz quebrada por el llanto que trataba de reprimir dijo lo que Dennisse estaba pensando “si hay más βetaboys como tú nunca seremos elegidos para ser Sissyboys”.
Eli de nuevo hizo gala de su nuevo papel como sabelotodo y contesto confiado.
“En realidad el 90% de los βetaboys son elegidos para convertirse en Sissyboys”.
“Pero él dijo que solo trece eran elegidos para la Snow Sissy School”. El niño rubio señaló acusadoramente a Danielle.
“Y es cierto, la Snow Sissy School solo recibe trece alumnos por año, pero eso es porque es la más importante y prestigiosa academia para βetaboys, hay más pero no son tan buenas, asi que no te preocupes seguramente serás un hermosos Sissyboy, no importa a que escuela vallas”.
Los dos niños suspiraron aliviados, con la esperanza renovada.
“Pues yo no estaría tan seguro, como dije este año está lleno de βetaboy inferiores y comunes, no me extrañaría que solo yo fuera la una Sissy de este año”.
Danielle los miro con burla.
“El Rey Ekon tiene razón en decir que debes aprender a ser más humilde, no me sorprende que me prefiera a mí”.
Dennisse se arrepintió de decir esas palabras en cuanto salían de su boca, pero no pudo contenerse, y disfrutó enormemente la mueca amarga que el hermoso niño rubio le dedicó.
“¿Como te atreves?, tú estúpido campesino, mi papi Ekon jamás se fijaría en un niño feo y de clase baja como tú… él, él es toro de mi mami, y yo fui creada para servirlo y adorarlo, él no me cambiaría por un estúpido βetaboy de primera generación nunca”.
La voz de Danielle sonaba desesperada herida y temblorosa de furia, tanta era su indignación que su delicada mano temblaba al señalar amenazadoramente a Denisse, el peli-plateado pudo notar las largas y perfectas uñas recién manicuradas de Danielle.
Los otros niños se rieron femeninamente, todos ellos habían presenciado como el poderoso y perfecto macho negro había acariciado y después castigado a Dennisse, y todos ellos lo envidiaban.
Danielle se puso rojo de furia y dando un paso hacia adelante levanto su hermosa mano para abofetear a ese insolente niño de cabellos platinados.
Pero justo en ese momento la poderosa Reina negra entró en el vestidor.
“¿Qué diablos sucede aquí?”
Los cinco pequeños niños bajaron la mirada y cruzaron sus manos detrás de su espalda en actitud sumisa y patética.
“No sucede nada Mistress, solo estábamos hablando, de lo hermoso que sería ser un βetaboy de séptima generación para poder servir mejor a nuestros amos negros, pero fuimos muy ruidosos…  lo sentimos”.
El niño latino entrelazó sus manos y las llevo hacia su pecho mientras miraba sus pies, en una pose de plegaria.
Fue Eli quien contestó, Dennisse se sorprendió por ver como el tímido y sumiso latino sabia como reaccionar ante los amos negros, era como si tuviera un talento innato para decir y hacer lo correcto para agradar a los reyes negros, como si fuese natural para él.
La Diosa negra miró al grupo con enojo, pero después de unos momentos suspiró y dijo.
“Pues dejen de parlotear como niñas chismosas y desnúdense de una vez, y si vuelven a discutir los echare a patadas, sean de primera o de última generación”.
La Reina Negra salió con paso enojado de los vestidores, y los pequeños βetaboys se miraron unos a los otros asustados, Danielle además tenia odio u desprecio en su hermosa mirada azul, pero no dijo nada.
Por fin los cinco niños eligieron un vestidor cargando sus paquetes de ropa rosada.
La pared del fondo del pequeño compartimento estaba cubierta por un espejo de cuerpo completo, Dennisse se miró en él, sus verdes ojos lucían asustados y nerviosos, su cuerpo pequeño encogido por el miedo del regaño de aquella diosa negra.
Sacudió la cabeza para aclarar sus ideas, y decirse que todo estaba bien que él podría superar esto resolver el examen de conocimiento y ser elegido como programador u oficinista en una gran empresa como su padre.
Tú puedes Dennisse, no serás un patético sissyboy, no te convertirás en una patética putita, no serás una esclava sexual de esos enormes, poderosos y perfectos machos negros…”.
Dennisse sacudió su cabeza de nuevo.
Cuando se puso aquella prenda de seda rosa, se miró en el espejo y sus blancas mejillas se tiñeron de rojo difuminando sus rosadas pecas, la suave prenda era un hermoso kimono chino increíblemente pequeño y extremadamente ajustado, con la espalda descubierta.
La seda rosa se pegaba a su piel como si fuera pintura, sus pezones resaltaban escandalosamente en la delgada y suave tela, la seda oriental exaltaba sus femeninas curvas remarcando su estrecha cintura y era tan corto que dejaba a la vista la mitad de sus redondas y firmes nalguitas de colegiala, lo único bueno era que por el frente no se remarcaba nada, Dennisse se sintió aliviado por primera vez de que sus genitales fueran tan pequeños, y gracias al frio aire acondicionado sus pezones se pusieron duros mientras que su pequeño pene se encogió y retrajo en su entrepierna, mientras podía sentir sus testículos esconderse en su vientre en busca de calor, Dennisse se preguntó si era normal la temperatura tan baja, o tal vez era a propósito, nunca había entrado en los lujosos edificios del centro de la ciudad, asi que no podría saberlo.
Dennisse se sintió humillado, ¿por qué diablos tenía que rebajarse a vestir como un juguete sexual solo por haber nacido blanco rubio y pequeño?, no era su culpa ser genéticamente inferior.
Por fin salió del cubículo y podo ver a los cinco bonitos βetaboy vestidos de la misma manera que él.




Danielle posaba delante del espejo arqueando la espalda y parando las nalgas, o exigiendo sus hinchadas tetitas, mientras se acariciaba sensualmente su hermoso y perfecto cuerpo pubescente, su largo cabello acariciaba sus hermosas nalgas que al igual que las de Dennisse asomaban coquetas cada vez que el hermoso rubio se movía.
Pero si las nalgas de Dennisse y Danielle jugaban al Peekaboo, el enorme culo de Eli estaba simplemente al descubierto, el cortísimo kimono de seda simplemente no podía cubrir los enormes globos de piel bronceada, su estrecha cintura era incluso más delgada que la de Denisse o la de Danielle, pero sus gordas caderas y sus gigantescas nalgas de burbuja podrían pertenecer a una diosa negra adulta.
Eli en ese momento trataba de estirar la parte trasera de su bonito kimono para cubrir sus desnudas y llamativas nalgas, pero era imposible, la poca tela simplemente no podía esconder aquel escandaloso culo latino.
Los otros dos niños también estaban girando delante del espejo admirándose con ojos sorprendidos y extasiados.
Danielle por fin dejo de posar y cuando giro su mirada su boca cayó hasta el suelo alver las increíbles nalgas del pequeño latino.
“¡Wow Eli!, ¿dónde estabas escondiendo eso? Es el culo más grande y bonito que he visto, es perfecto”.
Los otros dos niños voltearon a ver y aunque ellos también lucían delicadas y hermosas curvas femeninas, se llevaron sus delicadas manos a la boca sorprendidos y maravillados.

“¡Oh por Dios! Es enorme, y tan redondo”, el pequeño castaño se acercó a Eli quien se encogió y trato de cubrir aun más desesperadamente su gigantesco culo.

Dennisse miró atentamente a Danielle quien simplemente no podía dejar de mirar la hermosa cola de Eli, al mismo tiempo el hermoso rubio acaricio sus propias pequeñas pero redondas nalgas como midiéndolas. Obviamente no había comparación, la bonita y coqueta cola de quinceañera que portaba Danielle sería el orgullo de cualquier modelo de lencería, pero no podía competir ante el exageradamente gordo culo de Eli.
Dennisse saboreó la envidia de la perfecta ninfa rubia presumida.
“Creo que tu culo es precioso Eli, es exactamente igual que el de Nicki Minaj”.
“¡Oh por Dios es cierto es igualito… que envidia!”. El rubio unió sus manos y dio pequeños saltitos emocionado por estar frente a unas nalgas tan perfectas.
“Tienes razón, pero si hasta tu tono de piel es parecido el de ella… maldita perra suertuda”, el niño castaño miró con odio al dulce latino.
Dennisse solo podía mirar como los otros niños tocaba y acariciaban las gordas nalgas con admiración y celos mientras hablaban de lo sedosas y firmes que eran, como si fueran dos hombres hablando del desempeño y cualidades de un buen auto.

Totalmente furioso Danielle dio un pisotón al suelo mientras sus bonitas mejillas se inflaban de manera mimada al hacer un puchero infantil.
El fuerte pisotón que dio provocó que sus pequeñas pero alegres tetas rebotaras coquetamente, atrayendo la atención a sus hinchados y erectos pezones.
Que asco, ¿Quién querría tener un gordo culo de yegua, eres un fenómeno, además ni siquiera eres blanco, todos saben que los mejores Sissyboys son los White-Sissyboys, deberías hacer ejercicio gordita, esas nalgas están rellenas de grasa, no como estas…” Danielle se giró para mostrar su respingada y redonda colita, y se azotó con ambas manos sus duras y firmes nalgas, las fuertes bofetadas resonaron en el vestidor, y dejando sendas marcas enrojecidas de sus delicadas manos en sus blancas mejillas que apenas y temblaron mostrando lo firmes que eran, “…firmes y suaves como debe ser el culo de una sissy”.
Danielle miró por encima del hombro, nunca mejor dicho, a Eli, con una sonrisa sádica.
El niño rubio miro al rubio alto y blanco Danielle y después al pequeño y bronceado Eli y alejándose del latino apoyó al hermoso βetaboy de sangre pura.
“Tiene razón, parecen las nalgas de una yegua… o, mejor dicho, de una cerda, ¡Oink, Oink!”.
Los dos rubios se acercaron hombro contra hombro mirando con desprecio.
Dennisse no pudo entender como aquel bonito y tierno niño de ojos verdes podía cambiar su actitud tan rápidamente, y pasar de halagar y envidar la tremenda grupa de Eli a despreciarlo e insultarlo.
“Deja a Eli en paz, yo creo que sus nalgas son hermosas, lo que pasa es que ustedes le tienen envidia, por que solo son unos niños flacuchos e insípidos”.
Denisse se puso frente a esos dos hostiles niños rubios.
“¿Eli? ¿Qué clase de nombre de mierda es ese?, deberías llamarte… Oily (Aceitoso), Oily la gordita y aceitosa cerdita mexicana”
Eli seguía en medio del vestidor encogido con una mano en su entrepierna y la otra en medio de sus nalgas tratando de cubrir su modestia pues el pequeño kimono no podía cubrir su parte inferior gracias a sus rotundos muslos. Su mirada en el suelo y sus hombros encojidos y temblorosos por a la humillación.
“Oily La cerdita de nalgas grasosas y aguadas”, el nuevo amigo de Danielle se burló cruelmente de Eli.
Denisse estaba por contestar a esas horribles provocaciones cuando el otro niño de cabellos castaños y ojos grises se acercó más a Ely.
“Es más gordo que él culo de mi mamá… y ella tiene una cola preciosa”, el niño de ojos grises dio un apretón fuerte a una de las nalgas color caramelo, “…y es tan firme, ¡Miren esto!”
El castaño dio una poderosa nalgada a una de esas gordas mejillas, el sonido de carne contra carne resonó en el vestidor, al igual que un femenino y ahogado gemido de dolor de parte de Eli.
“¡Auchi! Eso me dolió… por favor no me miren, esta cosa es muy pequeña…”, el pequeño latino seguía tratando de esconder su voluminoso culo.
Su enorme cola reacciono al golpe temblando sensualmente como si fuera un delicioso flan, pero sin dar muestras de tener ni un solo gramo de celulitis o grasa.
“Lo vez Eli tu culo es hermoso, igual que tu”.
Eli levanto su tierna mirada que estaba teñida de tristeza, y sonrió a su nuevo amigo con agradecimiento.
Danielle estaba por atacar de nuevo, pero en ese momento la Reina negra entró de nuevo al vestidor y el grupo de βetaboys guardó silencio y se formaron rente a la poderosa mujer negra.
“Muy bien patéticos niños, síganme, de prisa ya han perdido mucho tiempo con sus peleas de gatas en celo”.

Llegaron a un pasillo con cinco puertas donde cinco mujeres negras vestidas de manera profesional y elegante, pero con batas de doctor y con formularios en las manos los estaban esperando, las dos despampanantes y sexys enfermeras rubias estaban de pie en la esquina del pasillo listas para ayudar, mostrando presumidas sus enormes senos y sus largas y perfectas piernas.
“Escuchen βetaboys, fórmense delante de las doctoras y obedezcan sus órdenes sin preguntar”.
Todos los bonitos niños caminaron hasta estar frente a una de aquellas hermosas diosas negras.
Pero en ese instante la puerta del fondo se abrió atrayendo la mirada de todos los presentes, era el perfecto y enorme macho negro que Dennisse había visto en la entrada del edificio, llevaba unos archivos en la mano que entregó a la Mistress Ashanti, el macho negro estaba por salir cuando su fiera mirada se paseo por la fila de βetaboys vestidos en seda rosa.
Su mirada se detuvo en Dennisse y de nuevo el pequeño niño sintió un escalofrió y esta vez no fue el aire acondicionado.
El enorme macho se acerco a la doctora que estaba frente a Dennis y le murmuró algo en el oído.
La hermosa diosa negra sintió y miro con picardía al pequeño niño de plateados cabellos.
“Tienes suerte niño bonito”.
El enorme macho negro miró intensamente a Dennisse quien de nuevo estaba hechizado, hipnotizado, su pequeño cuerpo se estremeció, y al igual que Eli tomo el faldón de su kimono rosado y la jaló hacia abajo tratando de cubrir sus pequeños genitales de la mirada lasciva del toro negro.
Sus mejillas se sentían cálidas y sonrosadas, pero Dennisse no sabia si era por la vergüenza o por la excitación.
       “Hola de nuevo, niño bonito, ¿estás listo βetaboy?”.
Dennisse sintió como su cuerpo se estremeció de pies a cabeza y aunque una parte de él quería contestar de mala manera o no contestar del todo para recibir otra bofetada del macho negro, su buen sentido se impuso y decidió no hacer enojar a aquel toro negro.
       “Sí, Rey Ekon, estoy listo”.
El apuesto y perfecto semblante del dios negro sufrió un cambio, y sus oscuros ojos se abrieron con sorpresa, Dennisse se sintió orgulloso de provocar esa expresión en él.
       “¿Pero que demonios?... Papi ¿por qué estas con ese ordinario campesino?”.
La hermosa voz de Danielle se hizo escuchar con una entonación chillona y mimada que llamó la atención de todos en el pasillo.
Todos los hermosos y delicados niños voltearon a ver al hermoso ángel rubio y después al pequeño de cabellos plateados, y por último al enorme macho negro que seguía viendo con fascinación al bonito niño blanco.
       “Lleven a los βetaboys a las habitaciones y comiencen con el examen físico”.
La gruesa y potente voz del Rey negro dio la orden con confianza y autoridad.
La Reina negra que estaba delante de Danielle tomo al hermoso príncipe de largos cabellos y lo empujó hacia la habitación, pero Danielle se retorcía y se resistía mientras chillaba y gritaba.
       “Papi, ¿por qué?, ¿por qué estas interesado en ese estúpido niño común?”.
Pero Ekon ni siquiera volteó a mirar al rubio niño, simplemente levanto su poderosa mano y chasqueó los dedos y las dos hermosas enfermeras rubias corrieron a sostener y a obligar a Danielle a entrar a la habitación.
Los gritos del hermoso niño se escucharon hasta que la puerta de la habitación se cerró.
El pecho plano de Dennisse se hinchó de orgullos, ya era un logro sorprender al Maestro Ekon, pero hacer que Danielle gritara de furia era definitivamente asombroso.
“Entra, bienvenido al programa Sissys of New Order World”.
"Sí, Master ekon".

La profunda y sexy voz del macho le ordenó, y Dennisse obedeció, ya no estaba tan decidido a escapar de las garras de SNOW.