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♥“Jerry” viernes 17 de octubre ♥♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥♠♥
Te sientes completamente humillado, avergonzado y arrepentido. Sabes que la has cagado en grande esta vez.
Cierras los ojos y gimes dolorosamente al recordar el gesto de asco y lástima que Hannah te ha dedicado cuando te corriste tan repentinamente.
“Maldita sea! Soy un idiota!” Te reprendes a ti mismo, odiándote por tu poca resistencia… en tu defensa, hacia más de medio año que Hannah no te había tocado, y sentir sus delicados dedos jugando con tu parte más intima ha sido demasiado para ti.
Después de unos minutos revolcándote en tu propia miseria decides que no quieres rendirte.
Subirás al cuarto de Hannah… es decir a la habitación de ambos, y le harás el mejor sexo oral que ella haya tenido, ella se correrá como loca en tu boca y satisfecha y feliz te permitirá dormir en el lecho matrimonial de nuevo.
Sí, eso es exactamente lo que harás a continuación.
Decidido te abrochas los pantalones y subes las escaleras con pasos seguros.
Al pasar frente a la habitación de tu hijo escuchas, de nuevo, los femeninos maullidos de Alex al masturbarse mientras tiene una videollamada con ese horrendo Sr. Osei.
Pero no son solo los lloriqueos maricas de tu hijo los únicos ruidos que llenan el pasillo, pues entre mas te acercas a tu habitación más puedes escuchar la voz de tu esposa en forma de gemidos y jadeos de placer.
La seguridad y el plan que tenias, se desvanecen con cada paso que das, cuando llegas a la puerta semiabierta, te das cuenta de que la luz en el interior está apagada. Te asomas y ves a Hannah acostada en la cama.
Ella está semidesnuda, su voluptuoso cuerpo está cubierto solo por la nueva y sensual lencería de encaje rojo que Hannah ha comenzado a usar últimamente.
Hannah esta recostada contra la cabecera, sus torneadas y blancas piernas completamente abiertas, los dedos de su mano derecha juegan y acarician el interior de su apretada vagina, y con su mano izquierda Hannah está deslizando su dedo por la pantalla de su celular, es obvio que está mirando las fotos de algunos de los cientos machos negros que la siguen en su Instagram.
Hannah gime y jadea cada vez más mientras e masturba más y más intensamente, incluso puedes escuchar el chapoteo de sus dedos al moverse dentro y fuera su empapada vagina.
Si fueses otro hombre… un hombre de verdad… entrarías completamente duro y peñerarías a tu esposa sin miramientos, te la follarías salvajemente hasta el orgasmo y vaciarías tus bolas dentro de su fértil vientre preñándola como a una perra… pero no eres un hombre real, eres Jerry Smalls y tu pequeño y delgado pene no parece reaccionar aun ante semejante espectáculo.
De nuevo te sientes humillado y acobardado, decides huir a la seguridad del sillón, no crees poder soportar que Hannah te rechace de nuevo y te mire con ese asco y lastima de hace unos minutos.
Desanimado decides alejarte y dejar que Hannah termine su sesión de auto placer, es dolorosamente obvio que no te necesita… pero entonces el ruido de un auto al frenar de golpe frente a tu edificio llama tu atención y la de Hannah, ambos pueden escuchar la ruidosa música en el exterior, y ves como Hannah se levanta y se asoma por la ventana.
La siguiente media hora es una tortura para ti pues te sientes obligado a ver como Hannah comienza a masturbarse de pie frente a la ventana, sea lo que sea que esté mirando la excita aun más que las fotos de musculosos y guapos hombres negros en Instagram.
Una parte de ti puede imaginarse que es lo que esta viendo, no es muy difícil adivinar que tu hija por fin llegó a casa, y es obvio que aquel mafioso negro la ha traído a casa, que otra persona pondría un obsceno y horrible rap negro a ese volumen a tan altas horas de la noche.
Te quedas clavado en la puerta del cuarto matrimonial mirando como Hannah gime, jadea y tiembla mientras se da placer mirando algo que tu no puedes ver pero puedes imaginar.
La vez sufrir y sudar durante media hora hasta que cae de rodillas corriéndose como nunca las has visto, la imagen es tan sensual y excitante que incluso tienes una nueva erección, pero antes de que puedas alegrarte por ello, Hannah comienza a rogar a gritos.
“¡Quiero una enorme verga negra! Necesito una polla gorda y negra dentro de mí! ¡Jamal dame tu enorme verga negra papi! ¡Sr. Osei… por favor deme su gorda negra a mí… tómeme como su puta! ¡Tyrelll… oh, Tyrelll… soy tuya! ¡Solo dame un poco de verga negra y seré tuya para siempre!”
Escuchar a tu esposa rogar por la enorme verga negra de aquellos horribles hombres es demasiado para ti y huyes acobardado.
De nuevo pasas frente al cuarto de Alex y lo escuchas alcanzar el clímax cuando maúlla como una gatita en celo declarándole su amor eterno a su BLACK DADDY.
Casi tropiezas en las escaleras en tu afán de escapar de aquel pasillo y llegas a la cocina jadeando y sintiendo como tu corazón quiere salir de tu pecho, por un momento crees que vas a desmayarte pero logras respirar hondo y tranquilizarte un poco.
Hannah solo estaba fantaseando… solo eso. Que gima y pronuncie el nombre de esos enormes machos negros no significa nada… es solo una fantasía, ella no te engañaría con ese apuesto, alto y musculoso macho africano, y definitivamente el entrenador Black no tiene una enorme y gorda verga negra, eso también es solo una fantasía, no hay manera de que Hannah sepa algo así, solo está imaginado que todos los hombres negros están igual de bien dotados que Jarrad Christenssen, lo cual es absurdo.
Bebes un vaso de agua fría y te sientes mejor.
Pero tu recién recuperada calma es interrumpida cuando la puerta del departamento se abre y ves a Chloe entrar con pasos débiles e inseguros, su rostro esta cubierto de saliva y de gotas de algún extraño liquido blanco y espeso, su cabello luce desordenado e incluso puedes ver algunos grueso vellos pegados en la comisura de la boca de tu hija.
“¿Chloe?” Preguntas temblorosamente mientras la ves caminar hacia las escaleras sin siquiera notar tu presencia.
Chloe gira hacia tu voz, y ahora puedes ver el rostro de tu preciosa hija cubierto de líquidos y con el maquillaje arruinado pero con una enorme sonrisa en sus labios.
“¡Diablos papá!”. Chloe se toca el pecho asustada. “Casi me matas del susto, ¿Qué haces ahí en la oscuridad asechando como un maldito bicho raro?”
“No estoy acechando a nadie… solo estoy bebiendo un poco de agua.” Te defiendes mientras miras el aspecto de puta recién usada que tiene Chloe vistiendo con esa nueva ropa ajustada y pequeña y su rostro cubierto de… cosas.
“Pues parece como si estuvieras asechando… debes dejar de hacer eso… es raro.” Chloe te regaña con una mueca de disgusto.
“Como sea… es bastante tarde… y no te había visto desde ayer en la mañana… ¿Dónde estabas?” Preguntas un poco molesto.
“Estuve festejando con mi BLACK KING… él logró hacer un buen golpe e hizo una fiesta para celebrar… fue genial así que decidí quedarme hasta hoy”. Chloe te responde animadamente pero ligeramente molesta, como si no tuvieras derecho a saber que es lo que ella hace fuera de casa.
“Ya… ya veo. Eso se escucha em… bien, supongo. Pero no crees que faltar a la universidad dos días seguidos es malo?” Preguntas tratando de mostrarte firme y estricto.
Chloe te mira con franca antipatía durante un minuto de silencio y después dice:
“Soy una mujer adulta ahora Jerry. Y si quiero faltar a la escuela una semana entera para estar al lado de mi BLACK KING eso es precisamente lo que haré, y ningún niño blanco pequeño y patético va a impedírmelo… soy una poderosa mujer libre y puedo hacer lo que yo quiera. Jamal es mi hombre ahora y estoy muy enamorada de él, así que no vuelvas a meterte en mis asuntos… ¿entendido?” Y sin esperar respuesta tu hija sube con paso firme a su habitación sin mírate una segunda vez.
Te quedas completamente estupefacto ante ese arranque de cólera de tu anteriormente dulce hija, y no puedes dejar de notar que Chloe te ha llamado Jerry y no papá.
“¿Qué demonios está sucediendo? ¿Cómo es que las cosas estén cambiando tan radicalmente en tan poco tiempo? ¿Qué pasó con tu amorosa y tradicional familia feliz?”
Te cuestionas estas cosas mientras regresas al sillón y te preparas para otra larga e incómoda noche solo.
Al dormir sueñas de nuevo que estás perdido en medio de la selva, escapando de tres enormes fieras de pelaje negro, solo que esta vez las tres bestias están montadas por Hannah, Chloe y Alex, quienes ríen y gritan animando los tres salvajes animales a alcanzarte.
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